La Chica

La Chica es un océano de sensaciones. Culpa de todo esto es su enorme capacidad para componer, cantar y escribir letras que calan hondo.

También por saber aunar en su propuesta el misticismo y el rico folclore la América latina más enigmática con la multiculturalidad, la modernidad y el sentido urbano de su actual lugar de residencia: Belleville, París.

La artista franco-venezolana reúne esos mundos y luego los transforma rompiendo los patrones preestablecidos. Próximamente publicará “La Loba” (Zamora Label), un nuevo disco que ella misma confiesa se trata de un ritual de superación.

Un poderoso y sentido trabajo donde expresa sin filtros su afán de remontar tras la inesperada y realmente desafortunada muerte de su hermano el verano pasado en México.

 

La Chica nos cuenta toda la verdad, y nada  más que la verdad

¿Nos resumes por favor como ha sido tu trayectoria artística hasta ahora? Incluso antes de que La Chica naciese en cuerpo, alma y música en 2013 ¿Cómo te formaste?

Toco el piano desde bien pequeña. Antes de que naciera La Chica yo era “sidewoman”, acompañaba a artistas de géneros musicales muy variados. Tanto como pianista, como teclista. Luego he estado de gira por el mundo entero durante años. En estos viajes y experiencias aprendí muchísimo y desarrollé un verdadero amor por el escenario.

Después empecé a cantar con una formación que se llamaba 3somesisters, un grupo de polifonía muy loco, totalmente libre, insolente, no gender, con arreglos virtuosos. La experiencia fue tremenda… Hasta que llegó la necesidad de expresarme con mi propia voz, y a través de mi propio sonido.

Nos apasiona la verdad del sonido de La Chica. La introspección y cómo tu afán de exploración se combina maravillosamente con soniquetes tan variopintos como el pop, lo callejero, folclórico sintético e incluso lo poético y clásico ¿cómo has ido descubriendo, luego adoptando, tantísima diversidad?

Esa diversidad la llevo dentro de mí. Hago una música que se parece a mí misma. Cuando me expreso artísticamente es para contar quien soy, que pienso, y que defiendo. Soy una mezcla de culturas, un collage, un ser híbrido, y tal cual lo quiero presentar.

Encomendándose al gran Debussy

¿Recuerdas la primera vez que descubriste la música de Claude Debussy y grandes compositores como él? ¿Algún input familiar quizás?

¡Claro! A Debussy lo descubrí a los 12 años cuando estudiaba piano clásico. Fue una revelación.

Lo rico del piano es la relación física, orgánica que vives con el instrumento. La primera vez que toqué una pieza de Debussy sentí una energía en mis manos, en mis brazos, luego el cuerpo que me hizo sentir muy bien. Me reconocía en los colores de las armonías, fue cómo abrazar a un familiar.

¿Qué es lo más complejo a lo que te enfrentas a la hora de componer?

Me vienen siempre muchas ideas al mismo tiempo y tengo una tendencia a ponerlas todas en la misma canción. Necesito canalizar un poco y centrarme en “La Buena” idea. Pero no es fácil. Dudo mucho y no soy capaz de conocer el valor de una canción mía hasta que alguien me diga “Sí, suena bien”  (risas)

En memoria de su hermano fallecido

“La Loba”, tu nuevo disco, marcará sin duda alguna un antes y un después en el trayecto de vida no solo como cantante y compositora, también a nivel personal… todo un reto fruto de tu propio despertar espiritual ¿cierto? ¿Nos lo desarrollas?

Sin duda alguna. Este álbum es el reflejo de mi año 2020. Un periplo muy intenso, muy violento, lleno de cambios e incluso de muerte. Pero también de amor supremo.

Sentí que necesitaba transformar esas emociones en música. Se lo dedico a mi hermano. Por esto en este álbum se encuentra mucha magia, muchos rituales. Hacer música es cómo un acto de chamanismo, puede curar.

¿Qué tal hermosa persona, qué tal hermoso ser era, o mejor dicho es, porque seguro te sigue acompañando allá donde vas, tu hermano Pablo?

Claro. Es un cambio de dimensión. Sigo muy conectada con él. Y lo siento muy presente. Es cuestión de entender cómo lidiar con su ausencia física.

¿Qué dirías a aquellas personas que no tienen en don de componer, como tú, pero necesitan conectarse con su mundo interior, espiritual?

Prende una vela. Prende un palo santo. Limpia el espacio que te rodea. Canta algo o saca la voz, no importa que suene mal, tienes que formular lo que quieres.

Feminismo y el mito de “la huesera”

¿Y de las mujeres que no acaban de entender su sentido de identidad? En esta dirección, concretamente el relacionado con los derechos de las mujeres, tu hermano te apoyó y ayudó bastante, ¿cierto?

Sí. Fue la primera persona que me explicó que era el feminismo. Me dijo: “eres feminista pero no lo sabes, entonces ponte a investigar porque vas a ver que tiene mucha importancia y te va a cambiar la vida”.

Andaba un poco dormida, me comportaba cómo hombre pensando que los hombres me iban a considerar como si fuera igual, en ese ambiente patriarcal. Que error.

Abrazar mi feminidad fue un despertar delicioso. Creo que la primera etapa del cambio pasa por el despertar de las mujeres. Tenemos que concienciar hasta qué punto estamos alienadas por miles de años de patriarcado y deshacernos de todas las presiones sociales que no nos dejan ser lo que somos: lobas, brujas, poderosas, seres independientes y fuertes.

Escuchando de fondo el sencillo “La Loba” ¿Está basado en una leyenda,  un mito texano/mexicano cierto? ¿Nos cuentas más por favor? Por cierto ¡ese vídeo es brutal de bueno, impacta! ¿Cómo y quién lo rodó?

“La Loba” es una leyenda mexicana que cuenta la historia de “la huesera”, una mujer (considerada como “bruja” = mujer marginada por el patriarcado temeroso) que tiene la particularidad de dar vida de nuevo a un cuerpo apagado, muerto.

Recoge los huesos, canta encima de los huesos y su canto sagrado da vida de nuevo. Esa leyenda me fascina y quise dedicarla a todas las mujeres que fueron quebradas por un marido, una relación, una sociedad, un sistema que definitivamente no está hecho para nosotras.

Somos poderosas, tenemos que conectarnos a nuestro lado salvaje, nuestra intuición. En esta vida nos morimos y renacemos varias veces, cada vez con un nivel de energía más alto. Todas somos brujas y venceremos.

En el momento de hacer el video, llamé a Marion Castéra del colectivo Temple Caché porque tenemos una visión del arte y referencias visuales en común. Pero también porque es una mujer muy fuerte. Por eso el video tiene mucha fuerza, mucha magia, usamos la sangre cómo simbólica de la pruebas pasadas, presentes y futuras.

El regreso de La Chica a los escenarios

Sin centrarnos mucho en la desafortunada pandemia, mejor mirar hacia adelante… ¿crees que cuando pase todo esto el vínculo con el público que acuda a tus conciertos seguirá siendo el mismo, o se estrechará de algún modo? Además, con música como la tuya altamente magnética y emocional…

Gracias. Creo que va a ser increíble volver a tocar y compartir la música con la gente de nuevo. Me imagino que algo será diferente. Ya veremos. Pero sí que espero una gran conexión entre nosotros. Hasta ahora presentaba un show muy electrónico, con mucha energía.

El ‘Piano Solo Tour’ será más apaciguado quizás, pero con el mismo nivel de intensidad.

En qué tipo de escenarios te sientes más cómoda, y por qué.

Cuando puedo estar cerca del público. Sentir la energía circular entre nosotros. Es lo que más aprecio. El formato “Club” es el mejor. Puedo ver las caras o bailar con la gente (risas)

¿Un deseo mágico que La Chica quiera compartir con todos nosotros?

Les deseo mucho amor y mucha paz. Que tengan una larga vida. ¡Miles de gracias por apoyarme y creer en el arte!

Escucha «La Loba» en open.spotify.com

Foto: Guillaume Malheiro
Texto: Ocimag

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