La inmensidad del Gran Azul, la fuerza de la Naturaleza, el dogma de esperar la ola perfecta, la magia que se crea cuando por fin se coge, la satisfacción de sentir los elementos como aliados, el romanticismo de ver una puesta de sol sobre una tabla de surf… Nacido y criado en la soleada Santa Barbara (California), famosa por sus playas y spots de surf, Morgan Maassen es un fotógrafo que ya en sus veintantos se ha convertido en uno de los profesionales más respetados y comprometidos de la cultura del surf. La sensibilidad que destilan sus imágenes, ya sean capturas de surfing en plena acción o instantáneas de lifestyle, responden a una percepción del medio que convierte cada toma en un regalo para todos los sentidos. A trevés de sus fotografías no sólo vemos las aguas de mares y océanos, oímos el murmullo de las olas, sentimos el frescor de su espuma en la piel, podemos oler y saborear el salitre. La belleza de sus imágenes es, por supuesto, el reflejo de una persona 100% auténtica y real, agradecido por cada una de las oportunidades que la vida le brinda y comprometida con la preservación del medio marino. Bienvenidos al maravilloso universo azul de Morgan Massen.

¿Cómo describirías tu trabajo? Creo que la fotografía y el cine que hago son como postales de las cosas que veo mientras viajo, de lo que me parece fascinante. Ya sea gente que encuentro por el camino, texturas del agua o nubes hermosas… Me encanta llevar a casa recuerdos de lo que me ha llamado la atención durante mis aventuras.

Tu interés por los medios audiovisuales llegó a una edad muy temprana. ¿Qué te hizo elegir la fotografía como tu elección profesional? Acababa de terminar el instituto y ya estaba indagando en el arte y el diseño gráfico cuando empecé a disparar fotos. Había crecido siempre creando cosas, pero nunca fotografiándolas, y entonces me enamoré al instante de la capacidad de documentar las cosas justo tal y como son, y controlar el resultado durante el proceso.

Te describes como una persona que disfruta el arte, la música, la moda, viajar, los paisajes con nubes y el océano. Parece que eres el tipo de persona con cierta sensibilidad que puede apreciar los pequeños grandes placeres de la vida. ¿Es tu trabajo una especie de recordatorio de las pequeñas maravillas del mundo? Me encanta apuntar a todo con mi cámara. He crecido leyendo libros vorazmente sobre cualquier tema, y cuando viajo me gusta apreciar todos y cada uno de los aspectos de donde estoy. Creo que esa mentalidad se plasma directamente en mis imágenes.

Trabajas tanto en sets como en el exterior. ¿Cuáles son las diferencias, más allá de la preparación técnica? ¿Cuál de los dos te da más satisfacción? Los sets están mucho más controlados, de manera que puedes explorar con mucha más libertad. Los exteriores son salvajes y el tiempo lo es todo… el momento solo ocurre una vez.

Te mueves por igual entre lo analógico y lo digital. ¿Bajo qué criterios utilizas uno u otro? Utilizo digital sobre todo cuando viajo y en situaciones extremas, ya que me permite obtener los mejores disparos tan fácilmente como sea posible. Uso la película cuando quiero reducir la velocidad, en momentos en los que normalmente no querría hacer fotos, como momentos románticos e íntimos.

¿Qué significa el surf para ti, personal y profesionalmente? He surfeado toda mi vida. Es mi pasión absoluta. Así es como paso mi tiempo libre y son los momentos favoritos con mis amigos. Poder capturar esos momentos a través de la cámara, las cosas que agradezco y los diferentes matices que hablan de mí… es un honor y un placer.

Tus fotografías de surf son tan brillantes, la intensidad de los colores, la emoción de la acción, y al mismo tiempo transmiten paz y tranquilidad. ¿Qué es lo mejor de la fotografía de surf? ¿Hay alguna desventaja? Me encanta captar el agua: es una entidad tan hermosa, misteriosa y femenina. No importa lo picado y revuelto que esté el mar, siempre es hermoso. El único inconveniente, obviamente, es tratar de trabajar en esas condiciones a la hora de disparar.

En uno de tus posts de IG escribes: “Qué brillantes son los momentos que el surf ofrece… última luz en la Costa Dorada de Australia”, acerca de una imagen con un delfín montando una ola justo al lado de un surfista. ¿En esas ocasiones no piensas que eres una de las personas más privilegiadas de este mundo? Me despierto cada día agradecido por las oportunidades que tengo para viajar y experimentar alrededor del mundo. Me parto los cuernos trabajando para ganarlas y poder disfrutar cada segundo de aventuras con mi cámara.

Tienes una fotos increíbles de algunas criaturas del mar. ¿Cómo te sientes cuando tienes la oportunidad de fotografiarlas? Los animales son mi tema favorito. Son salvajes, hermosos y hablan su propia lengua. Se necesita otro nivel de habilidad cuando te encuentras uno, y cada momento con ellos es diferente. Me encanta el reto.

Tu amor por el mar viene de la cuna, tu conocimiento del entorno hace de tu percepción una predisposición natural para capturar su gran belleza, pero tu trabajo marca la diferencia de verdad, va directa al alma, es mágico… ¿Eres consciente de ello? ¡En serio! ¡Gracias! Me encanta que mi obra pueda inspirar a la gente a ver el océano y el mundo tan hermoso como a mí me lo parece.

Estás comprometido con la preservación de nuestros océanos y su vida, has viajado alrededor del mundo, has visto muchos océanos. ¿Cómo ves este problema con la contaminación y la devastación del ecosistema marino? Nos enfrentamos a una cantidad récord de basura y contaminación deteriorando el océano. Es realmente triste y desalentador. Lo veo todos los días, en todos los rincones del planeta, pero me siento optimista sobre cómo podemos unirnos para arreglarlo. Todos debemos ser positivos sobre el cambio que podemos hacer juntos, y comenzar el verdadero esfuerzo para salvar el medio ambiente…

www.morganmaassen.com

Entrevista: Rosario Muñoz

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