Cuando aparecieron en 1987 nunca imaginamos que Pixies seguirían grabando casi treinta años después. Todo era demasiado intenso, demasiado rápido para que la banda durara demsiado. La separación en 1993 nos dio la razón. Sin embargo, después de once años, Pixies regresaron a los escenarios en 2004 para aprovechar la nostalgia por los noventa, que estaba en plena ebullición. Todo fue bien hasta que a Black Francis le volvió a entrar el gusanillo del estudio. A Kim Deal no le apetecía volver a grabar y dejó la banda en 2013. Desde entonces, ya han publicado dos Lp -«Indie Cindy» (Pixies Music, 2014) y «Head Carrier» (Pixies Music, 2016)- que palidecen ante su enorme legado: es posible que Kim Deal tuviera razón. Llamamos a Joey Santiago a su casa para que nos hable de este nuevo disco, de la incorporación de una nueva bajista y de la dinámica interna de las grabaciones de la banda. 

Comparado con Indie Cindy, Head Carrier es un disco mucho más compacto y coherente. ¿Alguna de las canciones de Head Carrier es anterior a la separación? No. Las canciones son todas nuevas, compuestas especialmente para este disco. Igual que las de Indie Cindy: primero se escribieron para los EP [EP1 (2013), EP2 (2014) y EP3 (2014)], y después se recuperaron en el LP. Lo hicimos así porque queríamos ver si podíamos trabajar de nuevo todos juntos en el estudio [risas]. Lo hicimos en pequeñas dosis [risas]. Todas las canciones que Charles [Thompson, es decir Black Francis] pudiera tener guardadas debió de usarlas en sus discos en solitario. Nunca le he oído comentar nada acerca de tener canciones guardadas durante mucho tiempo. No creo que Charles tenga paciencia para eso [risas].

¿Cómo decidisteis que era el momento de volver a entrar en el estudio a grabar? El propio público nos lo pidió. Inmediatamente después de la reunión, estaba claro que nadie quería vernos tocar canciones nuevas, pero, poco a poco, cada vez más gente nos decía que teníamos que incorporar material nuevo a los shows. Después de unos años de tocar solo canciones antiguas nos dimos cuenta de que necesitábamos volver a entrar a grabar. Puede parecer que para una banda lo más importante es el directo, pero al menos para nosotros el estar todos juntos en el estudio preparando y grabando las canciones es lo que siempre nos ha ayudado a permanecer juntos.

¿No pensasteis que volver al estudio podía suponer un peligro para la continuidad de la banda? Es cierto que la grabación de un disco siempre genera mucha presión, pues cualquier malentendido puede acabar en una fuerte discusión. En cambio, en directo todo es más divertido y también más excitante. La creación de un disco es algo muy complejo y a veces puede llegar a ser frustrante, pero habíamos recuperado la confianza entre nosotros. Con Indie Cindy fuimos más experimentales: queríamos probar cosas nuevas que nunca hubiéramos hecho antes: estuvimos jugando con el futuro. Con Head Carrier teníamos claro que debíamos ceñirnos a un estilo reconocible, al tipo de canción que nos ha hecho llegar hasta aquí: nos centramos en el pasado, en lo que la banda representa para nosotros.

Aparte de eso, ¿qué otras diferencias hay entre estos dos discos? El proceso de creación de Indie Cindy fue muy inusual, sobre todo porque tuvimos muy poco tiempo para preparar el disco, hacer preproducción y ensayar. Para Head Carrier hemos tenido todo el tiempo del mundo para que Charles nos enseñara las canciones y ensayarlas. Fuimos a un estudio y grabamos una maqueta. Se la pasamos a Tom Dalgety [Killing Joke, Simple Minds], y después de que Tom la escuchara durante horas trabajamos mucho con él para sacar lo mejor de nosotros y hacer la mejor grabación posible.

¿Por qué no se ocupó Gil Norton de la grabación? Después de grabar cuatro LP [Doolittle, Bossanova, Trompe le Monde e Indie Cindy] con vosotros es el productor que mejor os conoce… Grabar Indie Cindy con Gil fue lo mejor, ya que se trataba de una reunión en toda regla y él no podía faltar: era la elección obvia. No tuvimos mucho tiempo y algunas cosas no acabaron de salir bien, así que para el siguiente disco pensamos en un cambio.

Y os fuisteis a Londres a grabar… Después de Boston y Los Ángeles, Londres es nuestra casa. Tenemos muy buenos recuerdos del inicio de nuestra carrera, cuando el sello [4AD] estaba allí, y de la buena recepción que nos dio el público, como en toda Europa en general. Estar en Europa nos suponía estar lejos de la familia y los amigos, por lo que no íbamos a tener distracciones.

Hablemos más en concreto del disco. Me da la sensación de que la canción Head Carrier da título al disco y además está puesta la primera para servir de representación… Sí, un poco es así. Charles me dijo algo de los santos católicos que llevaban la cabeza en las manos porque los romanos se las habían cortado. No sé si al final es ese el sentido que Charles quiere darle a la canción, pero sí que es cierto que hay una cierta línea narrativa desde el inicio al final del disco…

¿Quieres decir que todo el disco está relacionado? No, no. Charles encontró esa idea de los santos… la verdad es que no sé de dónde la sacó [risas]… y le impresionó mucho y creo que, intelectualmente, es algo que está presente a lo largo de todo el disco, hay una línea que une las canciones…

Otra de las canciones que llama la atención es Oona, que habla claramente de música y de tocar en una banda. ¿Va dirigida a alguien en concreto? [Dudas] La única Oona que conozco es la mujer de Charlie Chaplin…

Sí, es cierto. Charles es un gran aficionado al cine, ¿crees que el sentido va por ahí? No lo sé. Charles siempre se reserva el sentido de sus canciones. Hay veces que creo que ni siquiera él sabe de qué está hablando [risas]. Además, siempre hay un componente de humor en sus letras, así que no os las tenéis que tomar muy en serio.

¿Nunca has tenido curiosidad y le has preguntado a Charles el sentido de alguna canción? La verdad es que no. Yo creo que Charles simplemente se pone a escribir lo que le pasa por la cabeza en ese momento. A veces comenta algo sobre las canciones, pero la mayoría de las veces la canción ha cambiado tanto durante el proceso de grabación añadiendo esto o quitando aquello que no creo que tenga el mismo significado que cuando Charles la escribió inicialmente. A veces tienes que modificar la letra para que todo encaje y no te puedes detener en buscarle un sentido, simplemente ha de sonar bien [risas].

En este disco, la nueva bajista de origen argentino Paz Lenchantin tiene un papel muy destacado: no solo toca el bajo, sino que hace coros y segundas voces en muchas canciones y además ha escrito una con Charles, All I Think About Now… ¡¡Yo la descubrí!! [risas] Ella fue bajista de mi banda The Martinis en 1996, y cuando la otra chica se fue la llamé enseguida. Ha sido un absoluto placer trabajar con ella estos tres años: ha entendido muy bien lo que queríamos de ella y como debía encajar con nosotros.

¿Y qué pasó con Kim Shattuck, la anterior bajista? ¿Hubo algún problema? Nunca hubo ningún problema grave. Simplemente, fue lo mejor para ambas partes. Desafortunadamente, no conectamos bien entre nosotros. No fue culpa de nadie. Por supuesto que podía tocar el bajo. Por supuesto que podía cantar. Es como contratar un profesional, un contable, pero para nosotros lo más importante es la relación personal, y eso no funcionó. Seguro que ella ahora es más feliz trabajando con gente a la que gusta… Es difícil encontrar a alguien que se lleve bien con nosotros tres. Ya hace muchos años que nos conocemos y es difícil integrarse en un grupo así.

Tras la salida de la banda, la principal queja de Kim Shattuck se refería al hecho de que se había enterado de su despido a través de las redes sociales, algo como mínimo poco delicado. ¿Tenéis la regla no escrita de que la bajista siempre debe de ser una mujer? Sí, supongo que sí. Siempre ha sido así y nos ha ido bien. Alguien tiene que hacer coros y es importante que sean coros femeninos. Además, siempre es mejor que haya alguna mujer: ya somos demasiados tíos en el resto de la banda [risas].

¿Es cierto que All I Think About Now, la canción compuesta con Paz, está dirigida a Kim Deal? Sí: Charles le daba vueltas a una letra para explicarle a Kim cómo se sentía por todo lo que pasó antes de que Kim se fuera. Lo hablamos, también con Paz, y vimos que tenía que ser como una carta. Básicamente, es una disculpa por parte de Charles.

¿Crees que hay alguna posibilidad de que Kim Deal vuelva a la banda? No, no creo.

Para acabar, al ser de origen filipino entiendes el castellano [Paz también lo habla, ya que es argentina]. ¿Te sorprendió que Charles incluyera algunas palabras en castellano en sus primeras canciones? No lo sé. Charles fue a Puerto Rico a hacer surf y cuando volvió solo sabía decir un montón de tacos en castellano, pero no me pareció que estuviera interesado en aprenderlo.

 

 

pixiesmusic.com

Entrevista: Half Nelson.

Foto: Travis Shinn

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