Puede ser la voz de una generación, la interlocutora de un despertar social que ejerce presión desde abajo frente a la alienación que vivimos. Con apenas un par de publicaciones, la colomense Queralt Lahoz abandera orgullosa un discurso profundo y comprometido que nace del reconocimiento de sus propias raíces socio-familiares.

Hablamos de una artista musical que ha crecido aprendiendo de ejemplos cercanos de lo que es la lucha de la mujer obrera. Que ha construido su mensaje alimentada por variadas e importantes influencias que van más allá de lo musical.

Tras publicar en 2019 su primer EP, 1917, su despegue definitivo se ha producido este año gracias al lanzamiento de Pureza, su álbum de debut. En él mezcla flamenco, hip-hop, copla y R&B, entre otros géneros, sin que ninguno de ellos pierda autenticidad y su cariz de verdad.

Seleccionada por la promotora SON Estrella Galicia como uno de los talentos musicales del futuro, Queralt Lahoz ya es presente. Su estrella brilla con fuerza, y su voz resuena vehemente entre un público que crece de manera exponencial. Hablamos vía telefónica con la artista catalana sobre su éxito, sobre su disco y sobre el feminismo y la nueva masculinidad.

El reconocimiento es lo real, y no es lo mismo que la fama

Hola Queralt, ¿cómo estás? 

¡Muy bien! Muy contenta.

Has sido seleccionada por SON Estrella Galicia como uno de los talentos musicales del mañana, ¿qué significa este reconocimiento para ti?

Siempre gratifica que te reconozcan como una artista que tiene algo especial, o cuanto menos que valoren tu trabajo. Te llena de fuerzas para seguir hacia adelante. El éxito para mí es eso: el reconocimiento. No la fama. Son cosas diferentes. Lo más real que te puede pasar es que la gente de la industria te reconozca y que gente que tiene ojo para el talento se fije en ti.

Además SON Estrella Galicia, que siempre se han caracterizado por ser ojeadores de talentos y estrellas del futuro.

Sí, son una de esas plataformas que se adelantan a lo que luego vendrá a lo grande. Para mí es súper guay que hayan conectado con nuestro trabajo y que nos hayan invitado a hacer cosas dentro del abanico de posibilidades que ellos nos pueden ofrecer. Para mí eso es un honor.

¿Pero conlleva algo de presión para ti?

No, para nada, no me pone presión. Yo es que la presión ya la llevo encima per se. Simplemente me da motivación. Me da fuerza para hacer cosas interesantes.

Hablando de esas oportunidades que comentabas que te ha brindado SON Estrella Galicia, ¿qué tal fue la experiencia de grabar en el Metropol Studios para ellos?

¡Ay, súper guay! Es un estudio increíble, con unos trabajadores, un equipo personal y técnico increíbles. La calidad de sonido que había, y la calidad de todo en general, era alucinante. Además veníamos con referencias de gente que había grabado allí y que habían hecho piezas maravillosas. Así que era un estudio al que ya le habíamos echado el ojo, y justamente nos propusieron ir allá. Es una calidad suprema. Grabar con esos equipos es brutal. Estuvimos súper a gusto.

Queralt Lahoz

Queralt Lahoz, o cómo construir algo moderno desde lo clásico

Ya venías haciendo ruido con la publicación del EP pero Pureza ha sido el despegue definitivo. ¿Lo ves como la culminación de algo o más bien como un punto de partida?

Yo lo veo como un punto de partida. El artista que es exigente y es crítico siempre querrá hacer algo que vaya más allá; y siempre pensará que lo de ahora está bien pero lo siguiente estará mejor. A mí me gusta mucho más que mi primer trabajo, pero porque es más actual y me siento como más de ahora; y a lo mejor dentro de dos años cuando saque el próximo trabajo pues lo veré diferente. Siento que es algo muy real, muy verdadero y con lo que me siento identificada y hablo desde el corazón. Y eso para mí es lo más puro, por eso se llama Pureza. Pero sí que es cierto que cada trabajo supongo que será una vuelta de tuerca más. En eso se basa la carrera de la música.

Lo alucinante es que mezclando géneros que se pueden considerar clásicos como el flamenco, el hip-hop, que de algún modo ya lo es, el R&B o la copla, hayas construido un disco que suena súper innovador. ¿En qué crees tú que se asienta lo que hay de moderno en tu sonido?

Yo te juro que no me planteo realmente qué voy a hacer cuando empiezo un disco. Simplemente quise ser yo y disfrutar; y si sale este tema así, me gusta y lo quiero dentro porque creo que está lindo en el diálogo con el discurso del disco, pues lo voy a introducir. Siento que al final hay un hilo conductor que es mi voz y mi forma de interpretar las cosas. E independientemente de que ‘Con poco’ sea un rap o ‘Tiroteo’ sea algo más flamenco progresivo, siento que todo al final está unido. Soy yo en toda la obra y en todas las canciones: son como grilletes atados unos con otros formando una cadena.

El hilo conductor es tu voz pero también tu discurso. Y éste sí que es algo nuevo, moderno. ¿Crees que este tipo de discursos hace 20 años no se hacían, al menos de manera tan explícita?

En cada década hay cambios. Yo recuerdo hace diez años, cuando tenía 16 o 17 años, las mujeres no estábamos tan a la orden del día en la música. Teníamos otro tipo de espacios: creábamos en un segundo plano y para demostrar nuestra valía teníamos que hacer muchas cosas. Y hoy en día hay más visibilidad sobre nuestro espacio y una fuerza entre todas que se han ganado con los años.

Supongo que al final en cada década hay cambios y no sé qué pasará dentro de diez años, espero que vayamos a mejor. La cosa es que habrá cambios y hablaremos de ellos. Hoy en día, además, tenemos menos miedo de decir cosas. Quizá estamos visibilizando más problemas. Supongo que ahora nos damos cuenta de que hay un nuevo despertar y que hay que hablar de otras cosas; y yo eso lo agradezco, la verdad.

Familia y literatura: los referentes de Queralt Lahoz van más allá de la música

¿Cuáles dirías que son tus referentes de los géneros que conforman tu propuesta musical?

Hay muchísimos referentes pero a Morente siempre lo nombro. También flipo con La niña de los peines. De La Lupe también soy súper fan. Mercedes Sosa. Y supongo que a la hora de escribir también se nota cuando una ha indagado en poesía y en escritura. ¡Que yo no vengo de leer revistas tipo Súperpop (risas)! Escribo desde la profundidad y con un discurso que va mucho más allá de lo básico. En ese sentido también te diría que escritores como Miguel Ángel González, Cortázar o Cristina Peri Rossi forman parte de mis influencias para la música. O, yendo más allá, Missy Elliott, Queen Latifah o Gata Cattana. Todas forman parte de ese legado que escucho y sobre el que tengo algo que aportar.

En tu reciente entrevista con El País resaltas las figuras femeninas de tu familia. Me gustaría que nos hablaras de ellas y de cómo te han influenciado.

Las mujeres de mi casa han sido y son absolutamente luchadoras. Mis padres están divorciados y mis tíos murieron jóvenes, así que al final, por una causa o por otra, en la mesa donde me sentaba los domingos el 80% eran mujeres. Eso marca tu futuro. Ves una lucha de clase obrera, de mujer trabajadora, y si una no aprende con eso, cómo va a hacerlo sino. La cuestión de fondo es valorar y darte cuenta de que nadie te va a hacer la cama. Que era lo habitual antes. Pero una tiene que aprender de los buenos ejemplos.

La revolución será feminista (y musical) o no será…

¿Tú crees que desde la música, y concretamente desde la que hacéis las mujeres que estáis ensalzando vuestra importancia en la sociedad, todavía es posible vertebrar un discurso político? Tú lo haces, sin duda, ¿pero crees que llega al público y a la sociedad?

No lo sé. Yo disfrazo mucho las letras. No hablo de forma explícita en mis letras, y espero que la gente sea un poco inteligente (risas). Y sí hay gente que lo es y le da un par de vuelta. Hay a quien no le atrae simplemente porque hay demasiado mensaje y prefieren escuchar a La Zowie o a Rosalía o a gente que tiene un mensaje mucho más sencillo. Y es súper lítico igualmente. Cada una tiene su mensaje y su forma de expresarlo. Este el mío. Y sí que hay gente que lo comprende y lo valora; por eso viene la gente a mis conciertos.

No te diré que es más difícil, pero si hiciera música más facilona estaría en otro lugar. Una lo sabe, una no es tonta. Pero una se arriesga porque quiere que la música que hace pase a la historia. Somos personas que luchamos por eso. Hoy en día quiero hacer esto; quizá el día de mañana me pongo a hacer mantras, ¡yo qué sé (risas)! Y solo repito una palabra en una canción (risas), quién sabe.

¿A dónde querría Queralt Lahoz que su música llevara a la sociedad?

Yo no voy a cambiar el mundo, eso está claro. Pero sí es cierto, y lo digo en mis conciertos, que me gustaría que la gente despertara de esta sumisión inconsciente en que vivimos como sociedad. Y que luchara por sus derechos, por su pan, por todo lo que nos quitan. Me da pena ver que estamos agachando las orejas ante la corrupción y ante esta ruptura económica que estamos viviendo. Estamos viendo como sube la luz y los pisos, y como bajan los sueldos, y nadie hace nada.

Me da pena pensar que la clase obrera, que somos el tejido real de la sociedad, vemos la vida pasar y nuestros derechos ahogarse. Me entristece que veamos a gente morir y que culpemos al color de esas personas antes que a las políticas de sus países.

Y me da rabia ver que hay partidos que viven del dinero público y están mandando mensajes de odio a la sociedad. ¡Es que es El cuento de la criada, tío, es muy fuerte!

… porque el discurso feminista también apela a los hombres

En la entrevista con El País hablas de cómo el machismo afecta también a los hombres. ¿De qué manera crees que lo hace?

Bueno, cuando un hombre ya tiene prejuicios a la hora de vestirse, a la hora de comprarse una camiseta o de ponerse un simple anillo, ya me parece una masculinidad que está afectadísima. Cuando se cuestionan actitudes entre ellos mismos, cuando creen que por algo dejan de ser hombres. El no ser flexibles ante las críticas, por ejemplo. Porque hay como una estructura ahí firme que tienen que seguir alimentando para poder seguir siendo hombres. Yo entiendo también que después de tantas décadas y tantos siglos esto es un aprendizaje nuevo. Pero bueno, hay que estar dispuesto a cambiar.

Quizá los hombres encontramos más resistencia entre nuestro colectivo para cambiar ciertas actitudes porque éstas, que se han perpetuado durante generaciones, vienen avaladas por el éxito. Porque hemos estado arriba nosotros. Tenemos que renunciar a ciertas cosas que nos van a alejar de esa posición privilegiada de poder.

Claro, ahí está la cosa: ¿quién quiere renunciar a sus privilegios? Es como cuando un rico se declara en bancarrota y tiene que vivir de otra manera, alejado del lujo. Eso es lo que le pasa ahora a los hombres. Pero sí, es totalmente lo que dices: no debe ser fácil ser un hombre que quiere cambiar cosas y que notes que los demás a tu alrededor te dicen “cállate, que estamos mejor así”. Esto pasa. No veo a muchos hombres que vayan a manifestaciones feministas o a una charla para aprender o a rodearse de mujeres. Es más fácil rodearte de tu equipo de fútbol donde sudar juntos, llenarnos de testosterona y autoalimentar esa masculinidad caduca.

Esperemos que eso cambie… Para acabar, ¿tienes conciertos próximamente?

Actúo en La Mercè mañana (23 de septiembre) y luego ya Lisboa, Madrid, Tenerife…

¡Pues muchas gracias, Queralt, y que tengas muchas suerte! 

¡Gracias a ti por tu tiempo!

queraltlahoz.com

Entrevista: Pablo Luna

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