Mathery Studio

La simplicidad de un clic elevó al cuadrado el pensamiento divergente de esta pareja de creativos italianos. Las cabezas de Erika Zorzi y Matteo Sangalli funcionan a nivel holístico. Prácticamente desde que se conocieron durante sus años de universidad. En la actualidad desarrollan proyectos creativos para todo tipo de empresas y marcas desde su cuartel general, Mathery Studio, en Nueva York. La ciudad que nunca duerme es una constante fuente de inspiración para este duo que genera proyectos visuales impregnados de color, funcionalidad y grandes dosis de humor. Aunque la espontaneidad es básica en su proceso creativo, su trabajo respira pragmatismo, orden y armonía por todos los costados. Desde la dirección artística hasta el diseño de exposiciones, la fotografía, el cine o la escenografía, no hay límites para la inventiva de Mathery.

¿Quiénes son Erika Zorzi y Matteo Sangalli? ¿Cuándo decidisteis unir vuestras carreras en un proyecto conjunto de trabajo y formar Mathery Studio?

Nos conocimos en la Universidad de Milán mientras estudiábamos diseño de producto. Empezamos a trabajar juntos en trabajos académicos y simplemente hicimos ‘¡clic!’. Nuestro primer proyecto juntos fue un blog llamado 01mathery que comenzamos en 2010. En él publicábamos una idea al día, y lo hicimos durante cien días. Este proyecto estableció nuestra forma de trabajar juntos y ¡no hemos parado desde entonces! Por lo tanto, nunca hemos trabajado por separado. Siempre juntos. Dos cabezas son mejores que una, ¡¿verdad?!

«Cada disciplina nos da una cierta satisfacción dependiendo del momento»

Dirección artística, fotografía, cine, escenografía y diseño de exposiciones. ¿Qué faceta creativa os da más satisfacciones en Mathery Studio?

Cada disciplina nos da una cierta satisfacción dependiendo del momento. Digamos que la dirección artística es una presencia constante en nuestro trabajo. Mientras que el diseño de exposiciones no lo es tanto. Pero en una escala más pequeña usamos nuestras habilidades de diseño espacial en los sets que diseñamos para cine. Y en los que creamos para nuestro proyecto fotográfico. Estamos realmente satisfechos con nuestros trabajos en cine porque tenemos la posibilidad de colaborar con grandes talentos en toda Europa y América, ¡y podemos soñar en gran formato!. En otros momentos disfrutamos de proyectos y trabajos fotográficos porque lo mantenemos en una escala más pequeña y podemos controlarlo 360 grados. ¡Alternar es la clave!

En Mathery Studio habéis trabajado para marcas y empresas de todos los sectores, como Dolce & Gabbana, YouTube, MTV, ING Direct o KFC. ¿Qué buscan vuestros clientes cuando acuden a Mathery Studio?

Pensamos que el aspecto y la sensación de nuestro trabajo son lo más destacado y lo que el cliente busca, pero al mismo tiempo otras veces va más allá de eso y es más sobre el humor o nuestro acerca- miento a las ideas en general. Los clientes tienen su propia visión de lo que haces y a veces es un poco sorprendente entender cómo te ven a ti y a tu trabajo. Pueden ver cosas que das por sentado o que nunca has pensado profundamente. Parece que hemos llegado a un punto en el que todo está inventado, todo está visto.

La comunicación visual en la sociedad de hoy en día

¿Cuál es la función que desempeñan la comunicación visual, el diseño y la creatividad en la sociedad de hoy en día?

Hoy las imágenes y el aspecto de todo son esenciales. Las cosas se mueven rápido, nuestra atención es rápida y dispersa y el público en general es más exigente y formado, ¡porque vivimos en un mundo visual!. Se hace más difícil sorprender y tener a alguien mirando tu trabajo durante mucho tiempo para capturar realmente todos los detalles. Esto debería ser el siguiente desafío para nosotros, los creativos. Habéis creado la imagen de la última edición del festival OFFF, el festival internacional de creatividad, diseño y cultura digital de Barcelona. Utilizasteis el misterioso significado de las siglas del festival para jugar con esa confusión de una manera divertida y socarrona.

¿Cómo surgió la idea?

Ha sido un desafío porque sabemos que hay muchas expectativas por parte de la audiencia. Comenzamos desde lo básico: el acrónimo de OFFF. No sabíamos el significado ni nosotros mismos y OFFF no lo declara en el sitio web. Esto fue aparentemente porque el significado inicial con el que nació no representa lo que el festival es ahora. Así que nos pareció que era el concepto correcto para trabajar. La campaña fotográfica se basa en carteles que dicen que OFFF es un “festival de alimentos con sabor a ostra” o un “festival de prometidos franceses ultrasensitivos”… En la cinta de apertura hacemos lo mismo: contamos la historia de Oliver y tres hermanas: Frida, Federica y Fiona. Nuestros cuatro protagonistas representan las letras de OFFF.

 

Proceso creativo espontáneo y ordenado

El color y el humor son dos constantes en Mathery Studio. ¿Cuál es vuestra filosofía de trabajo?

Nuestro proceso es muy espontáneo. Cada elección de estilo proviene de la necesidad de lo que queremos expresar en lugar de la decisión de seguir una cierta estética. Nuestro trabajo es juguetón y nos gusta hacer bromas, esconder significados en una fotografía, crear conceptos absurdos y exagerados, pero siempre con una estética limpia y ordenada que no lo haga demasiado serio.

En vuestro proyecto Together, vuestra primera colección de ropa en colaboración con grandes marcas del mercado, el diseño de producto se aleja de una forma inusual, divertida y sorprendente del concepto de funcionalidad que, se supone, le es inherente. ¿Cuál es la historia de Together?

Nació de nuestro deseo de fotografiar modelos usando atuendos locos, como en un editorial. Queríamos que fuera más especial, ya que en la mayoría de los editoriales ves modelos usando looks que nunca usarías. Solo pensamos en llevar esto al extremo y fotografiar una especie de colección no usable. Paralelamente tuvimos la idea de objetos infinitos, que no tienen un comienzo o un principio, casi un bucle… y hemos aplicado este concepto a la colección. Tuvimos tanta suerte de encontrar marcas que abrazaron la idea ¡y se volcaron en el proyecto haciendo hermosas piezas imposibles!

Nueva York, ciudad difícil pero increíble

¿Qué os llevó a instalaros en Nueva York?

Después de vivir y trabajar durante dos años en Australia nos quedamos bastante sorprendidos por los cambios que esta experiencia significó para nosotros y nuestra carrera, así que decidimos no instalarnos en Milán de momento, y encontrar un nuevo lugar para desafiarnos a nosotros mismos. Nueva York siempre ha sido un sueño/icono para nosotros, así que decidimos darle un tiempo. Al principio no fue fácil. Pero no tardamos en conectar con gente increíble. Después de unos meses empezamos a trabajar como directores en anuncios de televisión. Era divertido e inspirador. No es el lugar más fácil para vivir, pero si puedes hacer que funcione es bastante increíble, la inspiración viene de todas partes, desde el Deli a la vuelta de la esquina o la galería más cool en Manhattan.

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mathery.it

Entrevista: Rosario Muñoz

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