Para los aficionados europeos a la psicodelia, no existe cita más importante en el calendario que la del Liverpool Psych Fest, un festival que entiende este no-género en toda su dimensión, y que a lo largo de un fin de semana ofrece a sus asistentes un cúmulo de sensaciones visuales y acústicas con las que alterar su conciencia (de manera natural). La sexta edición del festival tendrá lugar los días 22 y 23 de septiembre dentro de su localización habitual: el complejo artístico de Camp & Furnace, en la zona del Baltic Triangle. Allí, en un entorno donde la puesta en escena, la iluminación y proyecciones visuales, el sonido y hasta las marcas de cerveza están cuidadas con esmero, se darán cita más de ochenta bandas y DJs que conforman el presente y el futuro de la psicodelia en todo el mundo. Craig G. Pennington, director musical del festival, nos cuenta cómo es tener uno de los trabajos más interesantes de su ciudad.

 

Cuando el Liverpool Psych Fest comenzó su andadura, en el año 2002, la psicodelia no era un género precisamente de moda. ¿Por qué pensasteis que sería una buena idea organizar un festival especializado en un género minoritario? Supongo que no estábamos intentando capitalizar tendencias o subirnos al carro de ninguna moda; es algo que no suele funcionar, porque corres detrás de un tren que siempre será mucho más rápido que tú. Lo que queríamos era rendir homenaje a una forma de arte que amamos, y al observar que existía una comunidad internacional de la que nos sentíamos parte, pensamos que sería interesante colocar a Liverpool en el centro de esa comunidad. Al final, se trataba de traer el mundo hacia nosotros y sacar un poco de nosotros hacia el mundo.

Desde que vosotros comenzasteis, varios Psych Fests más han surgido en Europa, algunos claramente inspirados en vuestro festival. ¿Cómo os hace sentir esto? No pretendemos tener un monopolio sobre la escena psicodélica. Mientras más oportunidades tengan las bandas que nos gustan de tocar en buenas condiciones, mejor será para todos. Es estupendo descubrir que existe una escena del tipo hazlo-tú-mismo, con gente intentando programar conciertos en sus ciudades, y una comunidad de bandas, sellos y managers que están movilizados gracias a esa escena. Es una manifestación física de una comunidad conectada digitalmente.

Hablemos ahora de inspiración. Imagino que al principio el Austin Levitation sería un modelo a seguir, pero hay muchas otras cosas que definen al festival de Liverpool. Así que, ¿cuáles eran vuestras ideas en esos primeros tiempos? Queríamos organizar un festival donde sonara la música que nos gusta, tan fácil como eso. Imagino que sí, que contemplábamos lo que sucedía en Austin con cierta envidia, pero también sabíamos que hay que recorrer un largo camino para llegar hasta Austin, así que la idea de construir algo que sirviera de contrapeso a un nivel europeo, y que además cuidara de manera particular la psicodelia que se estaba haciendo en Inglaterra y Europa parecía bastante buena. De todos modos, creo que nuestro festival es muy diferente a otros guateques “psych”, y que de algún modo constituye un reflejo de nuestros gustos, intereses y motivaciones. Sobre todo, porque nos interesa el futuro y nuestro festival intenta descubrir lo que sucederá mañana, hoy y el día después. La nostalgia es un indicio de que algo se está muriendo.

En ese sentido, el cartel del Liverpool Psych Fest siempre demuestra un acercamiento al concepto de psicodelia muy abierto. Una mezcla de artistas que hacen kraut, space rock o psicodelia más tradicional con otros más centrados en la electrónica; de artistas clásicos y de otros recién llegados. ¿Cómo decidís la contratación de las bandas? Nos fiamos de nuestro olfato, así que el cartel es un reflejo de nuestros gustos e inspiración, de fines de semana perdidos, martes solitarios y aventuras internacionales. El submundo de la psicodelia es un caldo burbujeante repleto de sellos, fanzines, managers y amigos que están constantemente enviando pistas, recomendando artistas, empujándonos hacia conciertos, y a nosotros nos encanta sumergirnos ahí dentro. Somos indulgentes con nosotros mismos, en fin, y programamos las cosas que nos apetece ver y escuchar.

Eso explica por qué el festival tiene algunos (digamos) cabezas de cartel, tan improbables como Black Angels o Songhoy Blues, pero su auténtica fuerza reside en el alto nivel de calidad que poseen todos los artistas que tocan. De hecho, creo que no recuerdo más que un par de conciertos poco interesantes en la edición del año pasado. ¿Es el resultado de pasarse el resto del año viajando para ver a bandas? La verdad es que en muchos de los casos no existe ese testado previo. En este juego tienes que confiar en tu olfato hasta el final.

Como has dicho antes, el cartel incluye a bandas de todo el mundo. ¿Es una confirmación de que la psicodelia se ha convertido en una especie de “comunidad global”, en la que ciertas personas viajan a través de países y regiones para acudir a conciertos y festivales? Definitivamente, es una comunidad global. En la era pre-internet un festival como este no habría llegado a existir, pero el mundo digital ha comprimido las distancias geográficas hasta el punto de que ahora vivimos en un nuevo “localismo digital”. No soy un descubridor de tendencias de Silicon Valley, pero apostaría a que festivales como el nuestro son la realización hedonista del sueño de internet.

Otro aspecto que se cuida mucho en el festival es el aspecto visual y el diseño de proyecciones y luces que acompaña a cada concierto. No es sólo que la decoración de espacios es fantástica, también resulta sorprendente que os esforcéis en crear juegos específicos de imágenes y videos para cada una de las bandas que tocan. La estética visual y la manera en la que el festival se presenta es tan importante como la música, y por eso cambiamos la imaginería todos los años. La psicodelia es un género que se refiere a una especie de “viaje” multisensorial, y en ese sentido nuestra idea es provocar una experiencia completamente envolvente, en la que lo visual resulte un elemento central. Este año estamos preparando una instalación de video fantástica en Furnace, y un universo entero de delicias luminosas.

Como acabas de insinuar, esta idea de lo visual se expande hasta ocupar varias áreas del festival: desde el cartel y videos que sirven para anunciar el festival cada año, hasta el merchandising o la zona PZYK PRYZM, que está dedicada a propuestas puramente artísticas. La nuestra es una visión global, en la que la música supone sólo un tipo de manifestación. Explorar los armazones temáticos en los que se sustentan las instalaciones artísticas, escuchar las meditaciones y conversaciones que se realizan en directo dentro del festival, incluso el mismo ejercicio de comunicar el festival al mundo, son cuestiones vitales para nosotros. Programar un festival de carácter internacional te da la oportunidad de dirigirte a todo el mundo, y si no tuviéramos nada interesante que decir sería terrible.

Todo esto, además, lo hacéis con absoluta libertad. Me encanta que el festival no tenga patrocinadores y que todos los comerciantes que participan (los puestos de comidas, las bebidas y cervezas artesanas que se venden) sean de carácter local e independiente. ¿Es sostenible esta situación? Liverpool Psych Fest by Vodafone: está a la vuelta de la esquina, en 2018 (risas). No, no podríamos hacerlo de una manera diferente. Respetamos demasiado a nuestro público como para subestimarlos de esa forma.

Y eso a pesar de que el festival tiene un tamaño relativamente pequeño. Ahora mismo entran 2.500 personas cada día, y no parece que haya espacio para muchos más, al menos en la localización de Camp And Furnace. ¿Vuestra idea es permanecer allí, aunque eso signifique no poder crecer? Tenemos un espacio maravilloso, que además está perfectamente dominado, y nuestra intención es que siga siendo así durante mucho tiempo.

A cambio, sí que están creciendo las actividades paralelas alrededor de los dos días de festival, con fiestas y actividades de todo tipo, como el programa de proyecciones en cines de Liverpool. Nos interesa que nuestro esfuerzo tenga el mayor alcance posible, y eso significa ensanchar el número de actividades que realizamos, no sólo en el espacio temporal, sino también en cuanto al contenido de las mismas. Además, es una manera perfecta para mantenernos alerta.

Para terminar, ¿puedes recomendarnos tres artistas jóvenes que vayan a tocar en esta edición del festival y que te apetezca ver de manera particular? Duds sería una buena elección, una banda de post-punk, frenética y salvaje, que viene de Manchester. Omni es sencillamente la mejor banda nueva del mundo. Y Dans Dans refleja a la perfección el espíritu de la generación PZYK.

 

LIVERPOOL PSYCHEDELIA 2017
22 y 23 de septiembre de 2017
Camp and Furnace. Blade Factory. District. Liverpool
Comprar entradas.
www.liverpoolpsychfest.com

Entrevista: Vidal Romero

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