Año 1998, el indie ha explotado y empieza a extenderse entre la población, Los Planetas alcanzan la gloria con «Una semana en el motor de un autobús», el FIB y el Doctor Music Festival compiten por el trofeo a mejor festival mientras Sónar asoma la patita con nombre como Kraftwerk, Pan Sonic o Mouse on Mars en el cartel de su quinta edición, y en la televisión Pepsi nos bombardea con «There’s a train», de Undrop, y el disco «Generation Next Music» llama a filas (indies) a todo hijo de vecino. Mientras todo eso sucede Jaime Hernández, miembro de Parkinson DC, pioneros del movimiento en el país, piensa que sería una buena idea autoeditar los siguientes discos de la banda por lo que crea su propio sello. Rápidamente se dio cuenta del error, pero Houston Party Records ya estaba en marcha y no había vuelta atrás… 

Las primeras referencias del sello serían varias grabaciones de Parkinson DC, e hicieron crecer la familia posteriormente publicando a un par de bandas bastante gamberras: los catalano-berlineses Mondo Fumatore, y The Posies, con los que han mantenido una larga y estrecha relación. Desde sus inicios, Houston Party combina discográfica y promotora, y se estrenó sobre los escenarios con una gira de White Flag y un concierto de (cómo no) The Posies en la sala Luz de Gas de Barcelona. La cosa pareció funcionar, sobre todo tras editar el directo Alive Before The Iceberg, de, otra vez, The Posies (estarán intuyendo que van a aparecer unas cuantas veces por aquí) del que vendieron por primera vez más de diez mil unidades y pudieron sacar algo de rendimiento económico.

Los discos se sucedían y Houston Party se abrió al exterior (siempre han tenido buen ojo) iniciando una relación profesional con el sello Sub Pop, que ayudaría a resaltar el aroma americano que siempre les ha caracterizado como discográfica y les proporcionaría algunos de sus grandes momentos: el debut de Beachwood Sparks, y el primer disco editado por ellos que tenía loco a todo el personal en su oficina, o el Give up, de The Postal Service, un hit inconmensurable que traspasó fronteras musicales y mentales (a principios de este año volvió a estar en boca de todos al celebrar su decimoquinto aniversario) y con el que pudieron saborear las mieles del éxito. Pero, evidentemente, no todo fueron triunfos, y en Houston Party todavía se preguntan cómo puede ser que los debuts de The Movies o Snowglobe vendieran tan poco a pesar de su calidad.


Beachwood Sparks

Entrados ya en el nuevo milenio, publicar discos cada vez se hacía más complicado, mientras que la faceta de promotora crecía sin parar proporcionando material para el disfrute y el recuerdo, como el impresionante show de unos Flaming Lips en lo más alto de su carrera inaugurando la sala Razzmatazz, la memorable gira conjunta de John Doe con The Sadies y Magnolia Electric Co. o los saltos de categoría que supusieron llevar a Big Star al FIB en 2001 y a Pet Shop Boys a La Laboral de Gijón en 2014.


FIB 2001. Foto: Carlos Muina


Pet Shop Boys, Laboral, Gijón 2014. Foto: Rodrigo Ortega Viejo


Pet Shop Boys, Laboral, Gijón 2014. Foto: Rodrigo Ortega Viejo

Volviendo a 2007, la dinámica + conciertos / – discos parecía irreversible, por lo que Jaime y compañía decidieron apostarlo todo al rojo y cerraron el sello para centrarse en el booking. Con el paso de los años, el buen ojo ya comentado anteriormente del equipo, la habilidad para tomar ciertos riesgos y la (considero que sabia) decisión de apostar a medio plazo antes que por la inmediatez han acabado beneficiando a Houston Party, como con Crystal Fighters, que últimamente van a sold out por concierto: su actuación en el Wizink Center de Madrid ha sido el evento más grande que haya organizado nunca la compañía.


Crystal Fighters, Madrid 2016. Foto: Wilma Lorenzo

Veinte años más tarde el viaje sigue, al lado de compañeros de largo recorrido, como Will Johnson y Micah P. Hinson (otro que ha protagonizado más de un sold out), y de apuestas de futuro, que ya son presente, como Kamasi Washington, Angel Olsen, Sleaford Mods, Fantastic Negrito o Ryley Walker entre muchos otros, y demostrando que, a su edad, Houston Party está más lozana que nunca.

Las celebraciones llegarán en otoño, y entre otras actuaciones podremos disfrutar de una nueva edición del We used to party (una serie de entretenidos conciertos en los que bandas conocidas interpretan discos ajenos emblemáticos), con Chuck Prophet y Charlie Sexton tocando el Somegirls, de The Rolling Stones; Ryley Walker con su estupendo nuevo disco, Damien Jurado, Will Johnson, los incombustibles Wire o la gira 30o aniversario de (sí, saben lo que voy a decir) The Posies. ¡Felicidades Houston Party!

www.houstonpartymusic.com

Texto: Javier Burgueño

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