En “Nova Ebusus”, Karlus firma una obra que trasciende el formato de álbum para convertirse en un viaje emocional, simbólico y profundamente espiritual. Dividido en tres capítulos —“Sa Tornada”, “Es Pou” y “Eros”—, el disco se erige como un relato sonoro que transita entre el éxtasis del amor, la devastación de la pérdida y la fuerza regeneradora del renacimiento. A través de once canciones cantadas íntegramente en catalán y mallorquín, el artista ibicenco construye un universo en el que la isla de Ibiza no es solo un escenario, sino una presencia viva, un personaje que respira, sufre y se transforma junto al narrador.
El título, “Nova Ebusus”, alude al nombre ancestral que los fenicios dieron a Ibiza. Este gesto no es casual. Karlus propone imaginar una “nueva isla”, una Ebusus renovada, capaz de reconciliar su identidad con un futuro sustentado en el amor, la innovación y la dignidad. Así, la obra se convierte en una declaración de intenciones, un manifiesto artístico y ético que interpela tanto al oyente como a la propia tierra.
Uno de los rasgos más fascinantes del disco es la ambigüedad de sus letras. En muchas canciones no queda claro si el “tú” al que se dirige el narrador es una persona o la propia Ibiza. Esa dualidad entre el amor romántico y el amor por la tierra confiere a la obra una profundidad poética que trasciende lo anecdótico. Karlus canta a la isla, pero también a todo lo que representa: la memoria, la pérdida de identidad, la búsqueda de sentido y la posibilidad de un renacer compartido.
Un éxtasis de amor mediterráneo, la nueva oda de Karlus
El primer capítulo, ‘Sa Tornada’, abre el disco con una atmósfera luminosa y envolvente. Las melodías, de raíz electrónica pero impregnadas de calidez orgánica, acompañan letras que celebran un regreso a su tierra entre sintes envolventes. Sonidos suaves y mediterráneos que asoman en ‘Tot lo que som’ que narra un amor idealizado. El protagonista se mueve entre la euforia y la contemplación, en una suerte de trance poético donde la isla se funde con la amada.
Y más intensidad electrónica en ‘Raja’ para finalizar este primer capítulo donde hay ecos de The Blaze en los pulsos rítmicos y de Sufjan Stevens en la intimidad confesional, pero siempre con una voz propia, marcada por la cadencia melancólica del pitiuso que mete algún canto tradicional dando más empaque a su propuesta. Imposible no pensar en una especie de Sen Senra ibicenco.
La caída y el vacío
El segundo capítulo arranca con ‘Es Pou’ y representa el descenso a la oscuridad. Aquí, Karlus abandona la armonía inicial y se adentra en paisajes sonoros más densos, casi subterráneos. Una exploración de la pérdida de identidad de la isla, la desorientación y el dolor emocional con una honestidad desarmante. La producción se vuelve más cruda, más minimalista.
En este tramo, en el que encontramos canciones como la desasosegante ‘Permís a sa majora’, un rabioso interludio en ‘Sonada’ y la nostálgica ‘Fantasma’, el artista se muestra vulnerable, pero también lúcida. La caída no es solo tristeza, sino aprendizaje, una inmersión necesaria para alcanzar una comprensión más profunda de quienes somos..
Renacer a través del deseo
Finalmente, con ‘Eros’ arranca el tramo final del disco y cierra el recorrido con un estallido de energía vital. Lejos de la idealización del amor romántico, Karlus reivindica el deseo como fuerza creadora y como impulso de reconstrucción. Las texturas electrónicas se expanden, la percusión se libera y la voz gana cuerpo y determinación.
Una oda al amor y la felicidad más plena en ‘Angel Facticidad’ para alcanzar la ‘Metamorfosi’. Este renacer no es solo emocional, sino también espiritual y colectivo. La ‘Nova Ebusus’ emerge como símbolo de un nuevo comienzo, una metáfora de la reconciliación entre el ser humano y su entorno.
“Nova Ebusus” se expande más allá del ámbito musical con un fanzine que recoge textos, reflexiones e imágenes. Este complemento literario refuerza la dimensión filosófica del proyecto y revela la vocación total del artista: su deseo de unir música, pensamiento y territorio en un solo gesto creativo. En este sentido, el disco funciona como una constelación de ideas que dialogan entre sí, invitando al oyente a pensar, sentir y soñar una nueva forma de habitar el mundo.
Karlus: una voz nueva y arraigada
Karlus es una de las figuras más singulares de la nueva escena musical catalana. Nacido en Ibiza, combina una sensibilidad poética heredera de la tradición mediterránea con una inquietud contemporánea que bebe de la electrónica, la literatura y la filosofía. Su trabajo se caracteriza por una mirada crítica hacia el presente y una profunda conexión con el territorio, entendido no como postal, sino como espacio emocional y político. En “Nova Ebusus”, el artista consolida su identidad como creador total: un compositor, escritor y pensador que utiliza el arte como herramienta de transformación individual y colectiva.
Con influencias que van desde Gary Snyder hasta Arca, Karlus firma un trabajo profundamente arraigado y contemporáneo, que combina sensibilidad ecológica, experimentación sonora y una poética sincera. “Nova Ebusus” no es solo un disco: es un ritual de transformación, una llamada a la conciencia y una oda al poder del arte para imaginar —y construir— un futuro más humano.
Text: Sergio Bifeis
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