Tras nueve años en el exilio, Monkey Week SON Estrella Galicia, uno de los festivales más particulares del país vuelve al lugar que le vio nacer, el Puerto de Santa María, con una propuesta que da mayor protagonismo a las jornadas profesionales, y nuevos espacios donde descubrir a los futuros talentos de la música independiente.

Monkey Week SON Estrella Galicia: donde el underground se sirve con pescaíto frito

Cuando arrancó la primera edición de Monkey Week, en octubre de 2009, no estaba muy claro en qué consistía su propuesta, autodefinida como “una muestra alrededor de la música independiente”. Lejos de seguir el modelo de otros festivales, con cabezas de cartel más o menos conocidos y una pléyade de bandas accesorias con las que rellenar escenarios, ellos pusieron en el centro a los profesionales del sector musical.

Managers, productores, sellos y demás habitantes de ese pequeño universo se juntaron para comentar sus problemas y la actualidad de la industria cultural, en un evento que tenía mucho de feria, pero también de apuesta por el futuro: en los escenarios, que también los había, gobernaban grupos y solistas emergentes, esas “bandas del mañana” que la organización animaba a descubrir y que, en algunos casos, como el de Joe Crepúsculo o Vera Fauna, se han convertido en habituales.

Monkey Week SON Estrella Galicia
Vera Fauna
Monkey Week SON Estrella Galicia
Joe Crepúsculo

La propuesta caló rápidamente entre público y profesionales, hasta el punto de que en dos o tres años El Puerto de Santa María se convirtió en un lugar de peregrinación: público y músicos se mezclaban en las calles y bares del centro de la ciudad, que por unos cuantos días parecía tomada por un amable ejército invasor.

La falta de espacios donde tocar dio también lugar a una de las características del festival: los showcases donde tocan las bandas, que muchas veces se realizan en sitios atípicos como tabernas, bodegas históricas, casas palacio, el patio de un castillo o fábricas de licor. Parte del encanto de aquellas citas se debía precisamente a eso: a la posibilidad de ver a un grupo punk descargando su mala baba, mientras un camarero acercaba a la mesa una bandeja con pescaíto frito.

En el exilio sevillano

El festival aguantó en su ciudad natal hasta 2016, cuando la falta de sintonía con el equipo municipal y los muchos problemas logísticos que provocaba permanecer en El Puerto de Santa María, los llevaron a cambiar de aires y asentarse en Sevilla (aunque más tarde, y para no perder la unión con El Puerto, se inventaron un hermano chico: el Monkey Weekend Son Estrella Galicia). En Sevilla, el festival siguió creciendo, afinando su propuesta y multiplicando sus actividades, a la vez que sobrevivían a eventos traumáticos como la pandemia, con propuestas de riesgo (llegaron a montar un canal “pirata” de televisión durante 2020) o mutaciones que les permitían adaptarse a diferentes cambios de espacio, no siempre deseados.

Han sido de nuevo las desavenencias políticas, esta vez con el nuevo equipo municipal de Sevilla (que parece empeñado en demoler la escena cultural de la ciudad), las que han devuelto a los monos a su ciudad de origen cuando están a punto de alcanzar la mayoría de edad. Un regreso esperado por muchos de los seguidores del festival, que siempre han defendido que la auténtica esencia del festival se encontraba entre las calles de El Puerto, y que trae debajo del brazo novedades y reencuentros.

De nuevo en las calles

Entre las novedades, destaca el impulso que se le ha dado a las jornadas profesionales, que entre el miércoles 19 y el viernes 21 de noviembre reunirá a más de mil acreditados alrededor de conferencias, mesas redondas, talleres, audiciones y reuniones. A la cita, además, se unen este año el tercer Congreso de Festivales de Música en Vivo, junto a la FMA, o una nueva entrega de Suntracks, un punto de encuentro entre músicos y responsables de music supervision, que ha abierto a muchas bandas españolas las puertas del cine, la televisión y la publicidad internacionales.

En cuanto a los conciertos de Monkey Week SON Estrella Galicia 2025, a algunos de los espacios conocidos de otras ediciones, como la Bodega del Castillo de San marcos o el Teatro Pedro Muñoz Seca, se unen al circuito de showcases diurnos un club situado en los antiguos galpones del puerto y toda una casa palacio. Y por la noche se recupera el Monasterio de La Victoria, escenario de conciertos míticos de las primeras ediciones, en los que también se instalará, no podía ser de otra forma, la no menos mítica pista de coches de choque.

Por esos escenarios pasarán algunas de las bandas que más están despuntando en los últimos tiempos, como el post-punk inmersivo de Dame Area, la fusión entre doom metal, ambient y flamenco que pergeñan Frente Abierto; viejos conocidos del calibre de Destroyer, Dalila o Cupido, y todo un ejército de bandas y artistas emergentes, como Julia De Arco, Juventude o Mitsune. ¿Nuestra recomendación? Dejarse llevar y sorprenderse con todas esas “bandas del mañana” que pasarán el fin de semana acarreando instrumentos por las calles de la ciudad.

Información y entradas en monkeyweek.org

Texto: Vidal Romero

 

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