Las luces de neón son uno de los elementos más representativos de las urbes cosmopolitas. La exuberancia de su destello ciega nuestra mirada y la captura al mismo tiempo, limitando nuestra percepción para concentrarla en la superficie sin profundizar más allá. Lee Jung es una fotógrafa surcoreana que utiliza las luces de neón para representar las limitaciones del lenguaje en contraposición a las imágenes. En sus serie de fotografías Aporia, término griego que significa paradoja o dificultad lógica insuperable, utiliza estas señales típicas de la cultura del consumo para emplazar poesía romántica en parajes naturales desolados. La artista se inspira en un ensayo del filosofo Roland Barthes titulado Fragmentos de un Discurso Amoroso, que trata a la vez sobre la trivialidad y la radicalidad del amor. Frases como “I still remember”, “Once in a lifetime” y “How could you do this to me?”, esculpidas en luces de neón y situadas en llanuras desiertas o campos estériles cubiertos de nieve, invitan al espectador a meditar sobre nuestras relaciones y el sentimiento de soledad inherente a la vida moderna. El trabajo de Jung nos habla de nostalgia, de soledad y de pérdida, pero también de amor, de belleza y de esperanza.

Texto: Rosario Muñoz

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